Madres podrán acudir a buscar consuelo
El primer santuario para depositar los restos de fetos abortados fue inaugurado en la Ciudad de México por grupos antiabortistas vinculados a la Iglesia Católica, una semana después de que la Suprema Corte de Justicia declaró constitucional el aborto en la capital.
Consuelo para madres
El santuario, ubicado en el Panteón Civil de Dolores fue bendecido por el rector de la antigua Basílica de Guadalupe, Pedro Agustín Rivera, en representación del cardenal Norberto Rivera. A la ceremonia acudieron representantes de unas 50 organizaciones civiles y católicas.
En el lugar -a cielo abierto- se erigió una cruz de metal de casi tres y medio metros de altura por dos y medio de ancho, con un Cristo de tamaño natural, al parecer de bronce, y frente a éste un altar de concreto con una placa de metal que contiene una oración.
El ex rector de la antigua Basílica de Guadalupe explicó que este sitio no es un templo sino un santuario en el amplio sentido de la palabra, en el cual las mujeres que hayan interrumpido su embarazo podrán acudir a orar y a buscar la reconciliación con Dios.
Añadió que próximamente se buscará obtener los permisos, si es que se requieren, para que las mujeres que hayan abortado puedan depositar los restos "áridos" producto de la interrupción del embarazo.
El primer santuario para depositar los restos de fetos abortados fue inaugurado en la Ciudad de México por grupos antiabortistas vinculados a la Iglesia Católica, una semana después de que la Suprema Corte de Justicia declaró constitucional el aborto en la capital.
Consuelo para madres
El santuario, ubicado en el Panteón Civil de Dolores fue bendecido por el rector de la antigua Basílica de Guadalupe, Pedro Agustín Rivera, en representación del cardenal Norberto Rivera. A la ceremonia acudieron representantes de unas 50 organizaciones civiles y católicas.
En el lugar -a cielo abierto- se erigió una cruz de metal de casi tres y medio metros de altura por dos y medio de ancho, con un Cristo de tamaño natural, al parecer de bronce, y frente a éste un altar de concreto con una placa de metal que contiene una oración.
El ex rector de la antigua Basílica de Guadalupe explicó que este sitio no es un templo sino un santuario en el amplio sentido de la palabra, en el cual las mujeres que hayan interrumpido su embarazo podrán acudir a orar y a buscar la reconciliación con Dios.
Añadió que próximamente se buscará obtener los permisos, si es que se requieren, para que las mujeres que hayan abortado puedan depositar los restos "áridos" producto de la interrupción del embarazo.
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