domingo, 24 de junio de 2007

Artista mexicana presenta 30 años de fotos de la lucha libre en ese país


México, 24 jun (EFE).- La artista mexicana Lourdes Grobet inauguró hoy en el vestíbulo del Auditorio Nacional capitalino una muestra con fotos de luchadores enmascarados, esos seres encantados que siendo una niña le ayudaron a descubrir "un México que no conocía", según admite.

Grobet (Ciudad de México, 1940) reconoció hoy que el mundo de las luchas le permitió conectarse "con el México profundo, urbano y contemporáneo", un mundo que le fascina y que hoy se citó con ella.

La artista explicó a Efe que siendo una niña la llevaron a las luchas, una especie de deporte-espectáculo que entusiasma a millones personas en este país, y quedó fascinada por ellas, lo que hizo que años después empezara a sacarles fotos a sus ídolos.

En 2005, casi tres décadas después, la editorial Trilce la apoyó con un libro que reunía sus trabajos y con la exhibición de unas 60 fotos, la cual mostraba combates entre Marco Corleone y "Blue Demon Junior", del Rayo de Jalisco y La Parka, y del Rey Bucanero contra El Último Guerrero.

El pasado 30 de mayo Grobet inauguró otra exposición similar dedicada a los luchadores dentro de PhotoEspaña 2007, con 140 fotos en la Casa de América de Madrid (España).

Esta mañana, ante varios miles de aficionados, los enmascarados mostraron llaves y "acrobacias" y rindieron tributo a un deporte familiar que en México sólo desbanca en niveles de audiencia al fútbol.

"Es tan fuerte que espero que no se desarraigue", dijo Grobet, quien augura la supervivencia de las luchas "siempre y cuando no se meta la televisión" ni "los gringos", que "acaban con todo", ironiza la fotógrafa.

Por su parte, la directora de la editorial Trilce, Deborah Holtz, se mostró complacida con que un recinto cultural del nivel del Auditorio Nacional capitalino haya abierto las puertas a las luchas, cuyas fotos se exhiben hasta el 30 de septiembre.

"Esto es un evento excepcional (...). Es la primera vez que hay lucha libre en un lugar como este", apunta Holtz.

De Grobet admira que pasara "más de 30 años con su portafolio a cuestas", llevando de un lado a otro sus fotos de un espectáculo muy enraizado en México, pero a la vez despreciado por muchos por su carácter popular.

"La afición y la volcadura que hay por la lucha va más allá de un deporte. Es la representación de una idiosincrasia y una cultura popular que a veces son negadas", añade Holtz.

Para la editora hablar de luchas es versar sobre "un deporte familiar", para gente "de todas las edades" que conviven y gritan del mismo modo a sus ídolos, un mundo que Grobet ha retratado con "un trabajo fotográfico y antropológico" al mismo tiempo.

La afición a las luchas "siempre ha estado en el ánimo del público desde hace 90 o cien años" en un país como México, con "una sociedad muy escindida", pero donde se está "viviendo una feliz coincidencia con la aceptación de algo que estaba ahí".

"Hay muy pocas cosas que reúnen a la generalidad de la gente que habitamos en este país. A veces hay mucho desdén por lo popular desde las elites", concluye la editora.

Además de los luchadores en el acto de hoy participó también la actriz Edith González y el grupo musical Botellita de Jerez, formado por Francisco Barrios ("El Mastuerzo"), Armando Vega Gil ("El Cucurrucucú"), y Sergio Arau ("El Uyuyuy"), éste último muy amigo de Grobet.

Las fotos de Grobet han viajado por varios países europeos y han llegado incluso a Singapur, algo que la propia autora explica porque "producen más curiosidad y atraen más el interés que en el propio México".

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